Xavi viene a convertirse en el líder de un grupo que lleva tiempo a la deriva por sus malos resultados y la mala gestión económica.

Xavi Hernández ha aterrizado en el Camp Nou con la misión de reconstruir el Barcelona, un equipo que ahora va a la deriva después de la mala gestión económica y deportiva del club en los últimos años. Tiene una gran ventaja que es el reconocimiento unánime del barcelonismo. Todos ven en él al salvador. Laporta le ha dado plenos poderes para que enderece el rumbo de la nave. Xavi ejercerá el papel de líder del equipo y ahí se basará el éxito que pueda tener en esta nueva etapa.

Oriol Mercadé, sicólogo deportivo que ha publicado el libro “Entrenador líder”, nos desgrana cuáles serán las claves del nuevo entrenador azulgrana a la hora de convertirse en ese líder que necesita un Barcelona carente de referentes. Ese liderazgo se lo tendrá que ganar desde el primer día porque un líder “no nace, se hace”.

El nombre no es suficiente

Ser Xavi Hernández, uno de los mejores jugadores del mundo que lo ganó todo con el Barcelona, no le convierte en el líder de un colectivo de manera automática: “El liderazgo se basa en la percepción que tienen los jugadores sobre el entrenador. No es una condición que venga impuesta por el rol que desempeña, ni lo que representa, ni su éxito como futbolista. Es un poder dado como reconocimiento de sus capacidades y acciones. Si siendo Xavi ya fuera suficiente, la Argentina del Maradona entrenador habría ganado ese Mundial y ya vimos el resultado. Para conseguir el éxito en tal difícil proyecto, Xavi deberá ayudar a los jugadores a asumir responsabilidades, a que cada uno resuelva lo que debe hacer y acelerar el aprendizaje a todos los niveles. Una filosofía de la excelencia, que hace años que se desvaneció del Camp Nou”.

Mano blanda o látigo

Hay varios modos de ejercer el liderazgo. Xavi a lo largo de su carrera los ha vivido de todas las maneras (Van Gaal, Rijkaard, Guardiola, el Tata, Vilanova, Luis Enrique, Luis Aragonés, Del Bosque…) y de todos ellos tiene que sacar lo mejor: “No existe un estilo de liderazgo ideal. El entrenador eficaz será aquel que sea capaz de adaptarse al perfil de sus jugadores y al requerimiento de la situación. Xavi ha vivido el clima de un vestuario donde se ha ejercido un liderazgo autoritario basado en la disciplina y al que “le faltó inteligencia emocional”, según palabras del propio Xavi refiriéndose a Van Gaal. También ha vivido un liderazgo permisivo, quizás por el peso de unos jugadores que lo ganaron todo con unos entrenadores que no. El hundimiento empezó con el Tata Martino. Así que como los extremos nunca son buenos, Xavi tendrá que hacer el liderazgo flexible buscando equilibrios para pasar de un punto al otro a medida que el equipo vaya madurando. Exigiendo esfuerzo sin descuidar la persona que hay en el jugador y, además de flexible, su liderazgo deberá ser democrático, escuchando la opinión de los jugadores, convenciéndolos de su proyecto e involucrándolos para que lo hagan suyo y se sientan responsables del cambio. Una vez ocurra esa magia podrá delegar funciones a su plantilla para que se autogestione”.

Los jugadores prefieren que les pongan pautas que les den orden y exigencia”Oriol Mercadé. SIcólogo

El valor de las normas

Una de las primeras cosas que ha hecho el nuevo entrenador es instaurar unas normas de obligado cumplimiento entre sus jugadores. Recuperar de esta manera una disciplina que se había perdido en el equipo azulgrana: “Cuando analizamos a los equipos más cohesionados, vemos que todos ellos tienen integrado un sistema de normas internas. Cuanto más alto sea el nivel, más exigentes debemos ser en cumplir las normas y acatar las consecuencias de sobrepasar sus límites. Pero es que los mismos jugadores prefieren que les pongan pautas de “arriba hacia abajo” para que les den orden y exigencia. Hacerlo por uno mismo es difícil. Y más cuando ves la injusticia de que el de tu lado no lo hace, es convocado y tú no. Las normas se ponen en beneficio del buen funcionamiento del grupo. Es perfecto que Xavi llegue empuñando esta bandera”.

Valores y visión de futuro

El realismo en los planteamientos es clave para la trayectoria futura y para ello hay que diferenciar entre las cosas que están en tu mano y las que dependen de terceros. La credibilidad está en juego: “Aquí no vale perder ni empatar, somos el Barça”; “No prometo títulos, sólo esfuerzo y dedicación”, son las declaraciones de Xavi y Guardiola en el día de su presentación, respectivamente. Me parece un pequeño desliz que Xavi ponga el foco de atención en algo que no depende del equipo: Ganar. El rival también juega para ganar. Debería poner objetivos de rendimiento y actitud bien estructurados y nunca de resultado. No se puede prometer algo que no se pueda cumplir. Se puede hablar de valores innegociables: esfuerzo, humildad, persistencia, superación… Y quien no comparta esa visión no puede formar parte de su proyecto”.

Un lider no nace, se hace”Oriol Mercadé. Sicólogo

Los roles de cada jugador

En un colectivo cada cual tiene su misión. En este momento el equipo vive un momento de transición en el que el rol de cada jugador ha quedado difuminado ante la incertidumbre que ha provocado la trayectoria del equipo y la salida de jugadores claves: “El liderazgo personal no es el único ni el más importante. Xavi deberá repartir funciones en la plantilla como en su día hizo Guardiola. Cada integrante se sentía líder en algún aspecto: en “el esfuerzo no se negocia” el estandarte era Puyol; “el sistema de juego” lo defendía Xavi; el encargado de la institución sin duda Piqué; la humildad y tranquilidad, Iniesta; el líder resolutivo en el césped, Messi… Y así ampliando y repartiendo funciones pasando por Keita, de quien en la vigilia de la final de la Champions de 2009, Pep dijo: “es tan importante para el equipo que si hace falta lo pondré de lateral”.

De los grupos al equipo

El Barcelona ha perdido en los últimos años el espíritu grupal. Acostumbrado a que fuera Messi el que todo lo decidiera, la fuerza del equipo fue disminuyendo. Y eso es algo que Xavi ahora debe recuperar: “Ningún jugador es tan bueno como todos juntos“, dijo Alfredo Di Stéfano. Si viéramos cómo los jugadores se colocan en el autobús, con quién se juntan para jugar a cartas en los hoteles de concentración o con qué parejas quedan para ir a cenar, seguramente encontraríamos subgrupos bien definidos. Y esas escisiones fuera del campo se trasladan al césped. El líder tiene que abrir canales de comunicación, hacer un análisis (sociograma) para ver cómo son las afinidades de la plantilla y cuidar esos detalles para conseguir que el jugador sacrifique su beneficio personal por el colectivo. Es primordial”.

Identidad colectiva

Tanto Sergi como Xavi dijeron que una de las primeras cosas que había que hacer era recuperar la alegría. El Barça está triste y eso se refleja también en la grada porque los aficionados están dejando de ir al Camp Nou: “Es vital que el equipo recupere esa sensación de sentirse en el mejor club del mundo, como también que los socios vuelvan a creer en el lema “más que un club”. Una gran parte de la masa social ha perdido parte del vínculo con la entidad y lo que representaba y defendía. Ese sentimiento de orgullo, de llevar el escudo, el sistema de juego y los valores del Barça y su historia, son un ingrediente básico para generar la cohesión grupal del equipo”.

VIA: DIARIO MARCA

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